Series de televisión
La Bola de Cristal
Alfonso Merelo
Tierra 2
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Título original: Earth 2
Hace muchos años en una galaxia más cercana, la familia Robinson se perdió en el espacio. Con cuatro perras, unos espantoso decorados y unos mas espantosos actores, Irwin Allen consiguió divertir a medio mundo con su serie. Siguiendo un esquema ya utilizado por Defoe en el siglo XVIII, o por Verne más tarde, los protagonistas se colocaban en un medio hostil con una meta muy concreta: la supervivencia. Como es lógico, la ciencia-ficción, que en su voraz apetito se nutre de todo, ha dado muchos ejemplos de naufragios y de supervivientes en ambientes diferentes, si no hostiles. Aparte de la ya mencionada familia Robinson, Allen envió a otros náufragos a una Tierra de gigantes, e incluso serían náufragos los mas recientes protagonistas de Sliders. En el cine ha habido también multitud de ejemplos de naufragios y náufragos: el comandante Taylor, o su original Ulises Merou, en El planeta de los simios, los protagonistas de Enemigo mío, o multitud de astronautas perdidos como los de las películas Misión a Marte o la española Stranded. La serie que hoy se comenta se basa en estos naufragios y náufragos. El propio título Tierra 2 ya nos advierte que la acción se va a desarrollar en un planeta diferente al nuestro; efectivamente, Tierra 2 es un planeta similar a la Tierra que se encuentra en otro sistema solar y al que van a ir a parar los protagonistas.
El episodio piloto, que, incomprensiblemente, es con mucho el mejor de toda la serie, cuenta cómo la Tierra del siglo XXIII se ha convertido en un estercolero inhabitable debido a su masiva contaminación. Existen una serie de estaciones orbitales donde parte de la humanidad se ha refugiado (argumento que recuerda notablemente a Mundos de Haldeman). Huyendo de la Tierra, los habitantes de las estaciones se han visto sorprendidos por una mutación vírica denominada el Síndrome. Éste ataca a los niños aniquilándolos a una temprana edad. Devon Adair, uno de los protagonistas, concibe un viaje a un recientemente descubierto planeta, G889, situado a 22 años luz de la Tierra, aún inexplorado pero con un alto porcentaje de habitabilidad. Una expedición parte hacia ese plantea con la intención de crear las bases de una colonia que recibirá a doscientas familias posteriormente. El viaje se hace con la tripulación hibernada que es revivida en las proximidades del planeta. Un accidente, o sabotaje, hace que la llegada a Tierra 2 sea un desastre, perdiendo los colonos casi todo su equipo. Sólo unos pocos supervivientes tendrán que luchar por sus vidas en el nuevo planeta. La lucha por la supervivencia se plantea, pues, como la base de los guiones. Los colonos se ven sometidos a un continuo vagar por el planeta en busca de comida, agua o cobijo. Los episodios se desgranan sucesivamente con una acusada carencia de planificación. A medida que se van desarrollando, se van incorporando nuevos personajes y situaciones que no parece que deberían estar allí. Es decir, según mi impresión, se van creando por puro intento de engordar o liar la trama. El intento de mejorar las situaciones con escenas de aventura o riesgo que no vienen a cuento entorpece la posibilidad de seguir una mínima historia coherente. La primera sorpresa es la aparición de los terrianos, seres evolucionados y muy relacionados con su Tierra, como ocurría en Los límites de la Fundación, aunque esta premisa es obvia dentro de lo que es una serie de ciencia-ficción que se precie (¿qué sería de ellas sin los socorridos y humaniformes extraterrestres?). No es esa la situación incoherente; el motivo de la poca uniformidad, con saltos de guión totalmente aleatorios, se produce cuando se incorporan una serie de personajes que aparecen sin que su presencia sea debidamente explicada. Aunque habría que decir que explicada sí, pero desde luego en ningún caso creíble en sus contexto.
Se aprecia una clara diferencia a lo largo de todos los episodios: la ambientación. Es muy normal que las series de este tipo trascurran en decorados creados al efecto. Sin embargo, la que nos ocupa trascurre prácticamente en un 80% en exteriores. Los paisajes del norte de Nuevo México son los usados para rodar las secuencias. A este respecto, es una serie casi del Oeste por sus magníficos exteriores. La ciencia-ficción no se limita a las aventuras en el espacio del primer episodio. A lo largo de los capítulos podremos ver retazos de lo que es la civilización imaginada para el siglo XXIII. En primer lugar, la forma política consiste en una especie de dictadura tecnocrática que no consiente la desviación con respecto al estándar. La misma expedición sufre un intento de sabotaje provocado por el gobierno. Estas formas dictatoriales se reflejan perfectamente en la figura de uno de los personajes principales: el mentor de Ulysses, el hijo de la líder Devon. Este hombre fue un convicto reeducado mediante implantes mecánicos y transformado en un cyborg privado de ciertos impulsos como el del mal. Su personalidad se ve por tanto totalmente coartada y modificada a causa de sus modificaciones electrónicas. Un terrible destino para un convicto. Los elementos tecnológicos avanzados se nos enseñan en cualquier ocasión: comunicaciones de última generación, hologramas, robots, guantes médicos que pueden incluso diagnosticar enfermedades extrañas, etcétera. Pienso que fue una serie fallida, con defectos notables y que no consiguió conectar con el público norteamericano, de ahí su conclusión precipitada en la primera temporada. Definitivamente, Steven Spielberg como productor de ciencia-ficción televisiva no tiene excesiva suerte en su empeño.  Archivo de La Bola de Cristal |
