Siempre he sido seguidor de la obra de Jack Vance, con todas sus virtudes y defectos, así que cuando me puse a leer Maske: Taeria esperaba encontrarme más de lo mismo y difrutar con ello, pero no: se trata de una de las novelas más flojas de Vance, en la que los puntos fuertes tradicionales del autor quedan marginados y sus puntos flojos exagerados hasta el ridículo. Si el libro fuera entretenido diría que el autor hace una parodia de sí mismo.
La descripción de culturas extrañas (pero no incomprensibles) habitual en los libros de Vance brilla por su ausencia: ninguna de las culturas descritas en el libro tiene ningún rasgo que la distinga de los Estados Unidos en 1976 (año en el que se escribió la novela) y las notas a pie de página que Vance introduce para tratar de corregir el problema son mas cargantes que otra cosa.
Aparte, la trama aventurera es terriblemente floja, estando toda impregnada por un sensación de rutina que hace que la acción quede reducida a la nada. Los escasos momentos que se salen de esa rutina están fuera de campo, de forma que no hay manera de levantar el ritmo de la historia.
Sin exotismo y sin aventuras, lo que resta del libro se basa en una trama policiaca bastante floja. El misterio siempre ha sido uno de los puntos más flojos de la obra de Vance y este libro no es una excepción. Se nos presenta una historia llena de agujeros (reconocidos por el propio editor en una nota a pie de página) y con mas trampas que Asesinato en el Orient Express.
Junto con el suspense, el punto débil tradicional en la obra de Vance ha sido siempre la descripción de personajes, pero los taerios son tan ridículos que parece que se trata de una broma. Las motivaciones de los personajes son absolutamente increíbles, el protagonista se obsesiona con un asunto menor, mientras que el malvado, para conseguir un objetivo bastante inofensivo, se dedica a cometer toda clase de crímenes inútiles. Además, las relaciones entre los personajes carecen totalmente de lógica y se modifican violentamente sin motivo con la única finalidad aparente de garantizar que el final sea típico y tópico.
Además de todo esto, tenemos un argumento compuesto por una serie de elementos típicos de Vance: un protagonista de origen señorial que viaja a una cultura que se dice más compleja y ritualizada (en teoría, ya que los detalles que se muestran indican lo contrario), la persecución obsesiva del malvado por parte del protagonista (por motivos, como se ha dicho, bastante ridículos), el ascenso social del protagonista a lo largo de la trama (la obsesión por medrar es, junto con la venganza, una de las constantes de los personajes de Vance) y una sucesión de intrigas bastante transparente.
En resumen, se trata de un libro que tiene todas las opciones para decepcionar a los aficionados a la obra de Vance y que se hace largo pese a su brevedad.
Alberto Martín de Hijas Liste
|