Una de las características de los productos creados por George Lucas es que los encontramos, literalmente, hasta en la sopa: tebeos, videojuegos, muñequitos, latas de refresco, pósters, helados, camisetas, juegos de rol, libros de pegatinas, libros de recortables... y libros de arte.
Como éste que nos ocupa ahora. Entre revistas oficiales, entrevistas a la prensa adolescente y librillos de datos "técnicos" sobre armas y vehículos de la saga, Lucas y compañía siempre han tenido el detalle de mimar al aficionado que ha trascendido el simple frikismo inevitable. Y lo han hecho, desde el principio, con una serie de libros de formato lujoso y cuidadísima edición donde se recogen, por una parte, los más atractivos diseños de la elaboración de criaturas, personajes, escenarios y parafernalia bélica de la saga, y por otra, los guiones originales.
La edición en tapa dura de este The Art of Episode II es impecable. Supone una mirada detrás de los escenarios de cartón piedra (si escenarios de cartón piedra hubiera) y, más que eso, una mirada al proceso de creación de la película, desde los bocetos iniciales a lo que por fin vemos en la pantalla. Se desprende además de la lectura atenta de los comentarios de los numerosos miembros del equipo técnico y artístico la interacción que se produce entre el guión y los diseños: cómo una cosa tira de la otra y viceversa.
La lectura del libro, además, añade información sobre cómo ve cada uno de los autores la película: los referentes a Darth Vader ya en el peinado de Anakin (en boceto descartado pero idea que se retoma con la sombra del personaje en un momento de la película), los intentos de hacer del Conde Dooku una mujer durante buena parte del proceso, los referentes artísticos y tecnológicos (y hasta religiosos) que han ido sumándose y fundiéndose hasta crear la película. En el libro, además, se reseña en todo momento qué autor crea tal dibujo, tal concepto, tal escena, reconociendo la valía del equipo.
Atención al guión de la película que se incluye al final del libro: una lectura atenta revelará lo muy libre que es la traducción al español de más de una escena, y además puede verse qué quedó en la sala de montaje o simplemente sin filmar (la presentación de los padres y la hermana de Padmé, la explicación de que los refugiados con los que se mezclan son fugitivos de un sol que va a explotar, el remordimiento de Anakin tras su crimen múltiple).
Entre tanta chorradita galáctica como nos acosa, este libro (como los otros cuatro dedicados a cada una de las películas) es una joya. Naturalmente, a nadie se le ocurrirá jamás publicarlo en español. Nunca dejaremos de ser unos frikis de segunda.
Rafael Marín
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