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Mala racha
Mala racha
José Antonio Cotrina
Col. Albemuth nº 3
Grupo Editorial AJEC, 2002

Primera antología editada de este autor vitoriano que ha estado causando sensación en los certámenes fantásticos de los últimos años. En Mala racha se recopilan las novelas cortas "Mala racha", ganadora del Premio Alberto Magno en 2000, y "La pirámide", finalista del mismo premio en 1999, así como el relato "Tormenta", que fue incluido en la primera antología Visiones de 1992 de la AEFCF y que se recupera para la ocasión casi sin retoques.

"Mala racha" es un ciberpunk ambientado en un decadente universo dominado por la realidad virtual, pues nos presenta un futuro en el que los seres humanos están compilados en disquettes que se insertan en distintos cuerpos. Con ese marco no es de extrañar que Cotrina plantee un complejo juego de identidades y máscaras. Aunque una vuelta de tuerca a la historia sea esperable viendo cómo se van desarrollando los hechos, lo cierto es que los pliegues y repliegues a los que el escritor va sometiendo la acción logran sorprender e impactar.

La protagonista, Dorada James, es un personaje muy interesante en el que se superponen la melancolía, los remordimientos, el hastío y la rabia por el sacrificio inútil. A través de ella, Cotrina busca la conexión emocional con el lector, puesto que el móvil último de sus decisiones es el amor. Efectivamente, "Mala racha" es una profunda y sincera historia de amor.

Del mismo modo, "Tormenta" también es una historia de amor, aunque ambientada en la actualidad, con una impresionante fuerza poética. Los despuntes líricos que han caracterizado la prosa de Cotrina también están muy presentes aquí (mientras que en "La pirámide" son casi inexistentes y en "Mala racha", donde la acción tiene un papel fundamental, se incorporan de forma equilibrada). Poderosas metáforas e imágenes intensas se suceden en este relato cargado de nostalgia, melancolía e irrealidad. Pero estos recursos no se quedan en ejercicios formales; sino que tienen una función expresiva al acrecentar esa atmósfera de irrealidad (apoyada también en una cuidada estructura paralelística) que desprende el texto. Se trata, así, de un cuento para degustar lentamente.

Por otro lado, para contrastar con las dos narraciones anteriores y para reafirmar la versatilidad que tiene el escritor, "La pirámide" está planteada en el Egipto faraónico. Tutankhamon, el protagonista, es un niño faraón al que todos quieren manejar pero que es consciente de su posición y busca, en su soberbia, poder prevalecer y no ser olvidado. Su móvil será sólo ese: el recuerdo inmortal.

La historia está dotada de una atmósfera sobrenatural de proporcionas cósmicas sobrecogedora, que nos puede recordar al sentimiento que transmiten los escritos de H.P. Lovecraft. Las entidades divinas se explican como fuerzas mágicas, y todo el texto está impregnado de un tono épico y un aroma de irrealidad bastante pronunciado. Por desgracia, el desenlace no se corresponde con este tono, pues el final no resuelve toda la tensión que se ha ido acumulando hasta entonces.

Otro aspecto destacable de esta novela corta es la reducción temporal. Los numerosos acontecimientos terribles y extranaturales se acumulan en un intensa noche y parte de un día. De este modo, se agudiza el sentimiento de desasosiego en lector.

Mala racha nos ofrece, pues, tres narraciones muy disparares pero tremendamente interesantes de este escritor que sabe aunar con equilibrio gusto formal e impacto argumental. Una lectura atractiva y recomendable, en definitiva, que demuestra la polivalencia de este valor en alza del género.

Alberto García-Teresa

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