[ portada ] [ reseñas ] [ opinión ] [ artículos ] [ recomendados ] [ nosotros ]
Rafael MarínDVD
Visiones Digitales
Rafael Marín


Robert Zemeckis
Forrest Gump

Forrest Gump Créditos

Forrest Gump (1994)
Edición especial de coleccionista
Dirigida por Robert Zemeckis
Música de Alan Silvestri
Guión de Eric Roth basado en la novela de Winston Groom
Actores: Tom Hanks, Robin Wright, Gary Sinise, Mykelti Williamson y Sally Field
2 discos
Versión Widescreen para TV de 16:9
Dolby Digital.
Castellano 5.1 Surround
Inglés 5.1 Surround
Catalán Dolby Surround
Subtítulos: Español, portugués, hebreo, griego, croata, esloveno e inglés
Subtítulos en los comentarios: inglés, español
Comentarios por: Robert Zemeckis, Steve Starkey y Rick Carter.
Comentarios por Wendy Finerman.
Disco 2:
A través de los ojos de Forrest Gump
(documental)
La magia del maquillaje
A través de los oídos de Forrest Gump
: diseño del sonido
Construyendo el mundo de Gum
: diseño de producción
Ver es creer
: 11 efectos visuales (incluye 2 secuencias inéditas)
Galería fotográfica
Pruebas de pantalla
Tráilers de cine

La película

Se llama Forrest, Forrest Gump, y comparte con su hermano paterno Marty McFly el dudoso honor de haber sido el causante de muchas de las modas estéticas que han configurado nuestro pasado más inmediato. Combinando con gran sutileza la parodia y el homenaje, Forrest Gump es un héroe cotidiano y noblote, el Ulises joyciano de una civilización compleja a fuerza de pura simpleza, el hombre que está en el lugar inadecuado en el momento oportuno.

Basada muy libremente en el, por demás, espantoso libro de Winston Groom, la película Forrest Gump fue capaz de mostrar una visión irónica de las más sacrosantas instituciones norteamericanas, vadeando terrenos pantanosos que todavía pueden herir sensibilidades (el Vietnam, el racismo, las religiones) y saliendo siempre a flote sin rozar más que levemente la moralina ideológica inevitable.

El repaso que Robert Zemeckis hace de los últimos treinta años de la cultura norteamericana (que también es nuestra cultura, nos guste o no), es a la vez ácido y tierno, demoledor y constructor. Vista a través de los ojos de un retrasado mental (lo que posiblemente sea un bordelín), la historia reciente de los Estados Unidos y el mundo se forja a base de casualidades donde el humor y la tragedia vienen siempre cogidos de la mano. Hay humor en ese niño taradete y feo que avanza como un monstruo de Frankenstein por las calles del pueblo, pero también hay tristeza por su condición de marginado. Hay humor en las mil y una veces que Forrest pone sus cualidades al servicio de crear mitología (el fútbol americano, los campeonatos de ping pong, la moda del footing o los smileys) pero también hay cierto despegue tristón, en tanto que el protagonista queda siempre al margen y se contenta con nada y menos. Hay también ternura a raudales, representada por esa madre abnegada y solitaria que no duda en prestarse una noche a cambio de la educación de su hijo, en la niña abusada y luego convertida en hippie sin rumbo ni norte, en el otro gigante subnormal que sueña con convertirse en pescador de gambas, en el teniente sin piernas que no acepta su condición de inválido, en el niño pequeño que inicia un nuevo futuro cuando el autobús amarillo se pone de nuevo en marcha.

Y hay cargas de profundidad, chistes visuales que rellenan la pantalla y añaden significado a la historia. Zemeckis, en este aspecto, se revela como un maestro de la puesta en escena, y cada uno de sus planos y encuadres está lleno de detalles que aumentan la narración: la foto de Marilyn Monroe en el cuarto de baño de Kennedy en la Casa Blanca; los soldados bebiendo y fumando en Vietnam mientras los helicópteros barren el cielo; Elvis Presley en plano desenfocado diciendo "It´s all right, Mama"; Jenny tocando la guitarra en el Hall of Fame de Hollywood justo sobre la estrella de Jean Harlow.

Todo ese bombardeo informativo se refuerza, y cómo, con una estética que deriva primerísimamente del gran pintor Norman Rockwell, de manera que hay planos enteros (la consulta del médico, la barbería del pueblo, Forrest esperando ante la puerta del director del colegio, la vuelta a casa del soldado, Forrest en el ventanal, el pedigree bélico del teniente Dan) que homenajean sin disimulo las ilustraciones del Saturday Evening Post.

El otro gran elemento narrativo de esta película, siguiendo la estela de American Grafitti y llevándola un paso más allá, es la música. Además de la estimable banda sonora de Alan Silvestri, la película no sería la misma sin el reguero de canciones que ilustran lo que pasa en pantalla y cargan de significado las escenas, desde el himno americano de fondo cuando Forrest "destapa" el caso Watergate, al "Running on Empty" que marca los años ochenta y su vacío existencial, a los Buffalo Springfield como fondo en Vietnam, el "California Dreamin´" que revela para el espectador el destino de Jenny, la música que anuncia la llegada de la era de Acuario mientras Neil Armstrong pisa la Luna (y nadie le hace caso porque está viendo a Forrest jugar al ping-pong), o el hermosísimo contrapunto que hace a la escena del intento de suicidio de Jenny el "Free Bird" con el que el personaje se ha identificado desde el principio. Especialmente memorable es la escena en que Forrest "sopla" la letra de "Imagine" a John Lennon, o el homenaje que los dos marginados realizan a la película Midnight Cowboy mientras suena "Echoes of my Mind" y el teniente Dan remeda la bronca de Dustin Hoffman/Fatso Ritzo contra el taxi que por poco lo atropella.

Por encima aún de todo eso, la magistral interpretación de un Tom Hanks inspiradísimo que, tan sólo con la expresión corporal que adopta al sentarse, transmite perfectamente cómo es y siente su entrañable personaje.

Los extras

La edición en DVD es impecable. Además de los comentarios del director y su equipo que suenan en sincronía a la película (una moda que, reconozcámoslo, es hasta algo absurda, en cuanto también debería poder accederse a ese material por medio de un folleto escrito: se tardaría menos en leerlo y no habría por qué tener que ver la película siete u ocho veces), el segundo disco está lleno de documentales, galerías fotográficas, tráilers y escenas inéditas.

De los impactantes efectos especiales se deduce que, aun antes que La amenaza fantasma, fue Forrest Gump una película donde se tuvo muy en cuenta la importancia de lo virtual: son incontables las escenas no ya mejoradas, sino creadas prácticamente con la ayuda de la informática. La explicación de cómo Kennedy y Forrest se dan la mano, por ejemplo, basta para mostrar lo dificil que es rodar un truco que desde entonces hemos visto muchas veces (como ahora recientemente en la serie Cuéntame), pero que no nos ha sorprendido tanto como en esta película.

A destacar la escena perdida donde vemos a Forrest jugar al ping pong nada menos que con George Bush padre (a la sazón, entonces, algo-parecido-a-embajador de Estados Unidos en China en pleno periodo de la "política de ping-pong" entre ambos países), y en especial las pruebas de pantalla. Es entrañable ver a Tom Hanks charlar con el luego famosísimo Haley Joel Osment y engatusarlo para que mire a un lado u otro mientras lo fotografían.

La ventaja multilingüística del DVD permite, además, gozar de la voz de Tom Hanks en versión original, y descubrir de esa manera que el personaje no es tan tonto como lo interpretamos en castellano. La voz gutural, por cierto, según se revela en uno de los documentales, la tomó Hanks del propio niño que interpreta a Forrest.

Se echa en falta, quizá, el subtitulado en las canciones, puesto que éstas aportan, lo he dicho más arriba, un elemento narrativo indispensable que llena de significado la historia.

Un DVD es como una caja de bombones. Nunca se sabe qué te vas a encontrar.

Con Forrest Gump sí sabemos que nos encontramos con una grandísima película.


Archivo de Visiones Digitales
[ portada ] [ reseñas ] [ opinión ] [ artículos ] [ recomendados ] [ nosotros ]