Título
original: Medium
Creada por Glenn Gordon Caron Intérpretes: Patricia Arquette (Allison DuBois), Jake Weber (Joe
DuBois), Miguel Sandoval
(Fiscal Devalos), Sofia Vassilieva (Ariel), Maria Lark (Bridgette),
Madison y Miranda Carabello (Marie), David Cubbitt (Lee Scanlon).
Primera emisión: NBC, 2005
Emitida en España en AXN y Cuatro
Fruto tardío de El sexto sentido y la supuesta
capacidad de alguna gente para, en ocasiones, ver muertos, Médium
dice basar su propuesta en la historia real de Allison DuBois, una vidente
que, según confesión propia, ha colaborado de vez en cuando con la policía
para resolver casos. Es posible que algunos de los primeros casos estén
levemente inspirados en las andanzas reales de la médium verdadera, pero el
devenir de la serie ha tirado por otros derroteros.
Hay pocas sorpresas en el desarrollo de los argumentos,
y quizá el máximo handicap de la serie es su previsibilidad, tanto en la
resolución de los casos como en la puesta en escena de cada uno de ellos:
Allison (magníficamente interpretada por Patricia Arquette, que compone un
personaje poco glamouroso y terreno pero que, sin embargo, todavía
despierta pasiones en el telespectador masculino) tiene un sueño que da
mucho miedo, despierta gritando, despierta al santo varón con el que está
casada (su marido Joe, primero matemático y luego ingeniero y claro
trasunto de Carl Sagan), la familia se reúne medio dormida para desayunar,
el santo varón lleva a las hijas de la pareja al cole, y ella se va a
trabajar a la oficina del fiscal del distrito, quien suele cree a pies
juntillas en sus premoniciones.
La serie gana puntos precisamente por ese reflejo de lo
cotidiano, y por el humor que es capaz de introducir en medio de las
truculencias típicas de las historias de asesinatos y serial killers (¿es
posible que haya tantos?). En ese aspecto, las tres hijas rubísimas de la
pareja, sobre todo la mediana, Bridgette, suponen un soplo de aire fresco y
realista, con su propia lógica infantil y el contrapunto ideal para la vida
de los adultos. Las tres hijas, por cierto, tienen también poderes como la
madre (y la abuela de la madre), y de vez en cuando el abuelo muerto, padre
de Joe, suele aparecerse en el cuarto de baño justo en el momento en que
nuestra heroína (que mitiga cuando puede sus poderes a base de Budweissers)
se está duchando.
Al contrario que su más directa competidora Entre
fantasmas (cuya existencia reconoce en la tercera temporada y a la que
es capaz de dar sopitas con honda en algunos argumentos que parecen
escapados de la otra serie), los sueños a veces algo crípticos y la
inseguridad de un final feliz consiguen que la serie se vea con agrado. Quizá
porque los aparecidos se han puesto de moda, la tercera temporada de Médium
parece haberse puesto las pilas y los guiones se han vuelto más divertidos y, a la vez, menos constreñidos: sin dejar de lado los
sustos que el bueno de Joe se lleva varias veces por episodio, Allison no
siempre comprende lo que está viendo o soñando, a veces las visiones
derivan en fantasmas amenazantes, o en trasuntos de Jack el Destripador que
funcionan como villano recurrente.
Como ocurre con muchas otras series, es cuando los
guionistas empiezan a jugar con los elementos que tienen y a saltarse a la
torera los convencionalismos que ellos mismos han creado cuando los
episodios se vuelven sobresalientes. Destacar, en esta última temporada, el
episodio donde Allison despierta y es otra persona, para gran desazón de
Joe; los poderes incipientes de la hija pequeña, capaz de ver la televisión
codificada; el episodio del sueño dentro del sueño dentro del sueño, el
sorprendente juego entre sueño del pasado y sueño del presente en "El
chico de al lado", o el arco final cuyo continuará sostenido acaba con
el anonimato cuasi-superheroico de Allison y la descubre al público general
para lo que será la próxima temporada.
Archivo de La Bola de Cristal
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