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MomoCine clásico y actual
Pantalla de Sueños

Momo
Enzo D´Alò

Momo

Título original: Momo
País y año: Italia-Alemania, 2001
Duración: 90 minutos
Estreno: 08.09.2002
Género: Animación
Distribuidora: DeA Planeta
Director: Enzo D´Alò
Guión: Enzo D´Alò, Umberto Marino
Producción: Bruno Altissimi, Claudio Saraceni, Michael Schaack
Fotografía: Dibujos Animados
Música: Gianna Nannini
Montaje: Simona Paggi
Intérpretes: Erica Necci, Friedrich Schönfelder, Victoria Frenz, Wolfgang Völz

La obra de Michael Ende no había tenido mucha suerte a la hora de pasar por el cine. La historia interminable, aunque todo un clásico, resultó una película bastante alejada del espíritu original que poseía la novela. Quizá no se supo condensar una historia tan larga y compleja (se desarrolla a dos niveles a la vez, el mundo real que conocemos, y el mundo de Fantasia), o quizá con la tecnología y el presupuesto con que contó la película simplemente no se pudo hacer mejor. La otra película que llegó a la gran pantalla fue Momo en 1985, de la mano de Johannes Schaaf, y con una pequeña aparición del mismo Michael Ende, pero que adoleció de los mismos problemas que la anterior película: una historia muy simplificada, y la imposibilidad de contar con una tecnología de efectos especiales que diera cabida a un mundo tan mágico e intimista como es el de la novela Momo.

Momo

Ahora Enzo D´Alò nos presenta su nueva versión de la novela. Convertida en historia de animación, para así no tener problemas de efectos especiales, ni de decorados ni actores que cuadren. Más aún, se ha moderizado la historia un poco para hacerla más acorde a los tiempos que corren.

Y aunque hay algunos cambios en la historia, la trama sigue siendo la misma que leímos en la novela. Momo, una niña que nadie sabe de dónde ha salido, llega a una pequeña zona a las afueras de la ciudad donde se hace imprescindible para sus vecinos. Ella tiene un poder especial, pues sabe escuchar, y hablando con ella, hasta a los tontos se les ocurren ideas brillantes. Pero claro, todo lo bueno se acaba, y un día aparecen los Hombres Grises, que convencen a la gente de que ahorren su tiempo, y van volviendo a la ciudad un sitio infeliz y lleno de prisas, donde ya nadie sabe disfrutar de la vida. Y la pobre Momo se va a convertir en la chica que luche contra los Hombres Grises.

Momo es una metáfora sobre los tiempos modernos, sobre el consumismo, la infelicidad de la vida moderna, y un grito de alarma que nos dice que los problemas del hombre los crea él mismo. Y esa crítica al mundo contemporaneo sí ha sabido ser captada por esta nueva película.

La película no sólo respeta la novela, sino que agiliza algunas escenas, y otras es que las borda. La aparición del Hombre Gris que convence al barbero de que ahorre tiempo, la ciudad creciendo de forma inhumana e imparable, o las reuniones de los Hombres Grises son buena muestra de lo que esta película podría haber llegado a ser (y enfatizo el "podría").

Pero por desgracia, Enzo D´Alò ha optado por hacer una historia a lo Disney, y la película sale gravemente perjudicada. Para empezar, porque no es la Disney, y el dibujo es bastante feo y simplón. Aunque los fondos surrealistas que a veces se incluyen son excepcionales, en general el dibujo carece de fuerza, es feo y suena a ñoño y anticuado.

Aparte, la película recurre al odioso recurso de los chistes fáciles, y nos mete por la mismísima cara a un Gallo y una Lechuza parlanchines que no tienen gracia, son aburridos, y encima no aportan nada nuevo a la historia. Estan hechos, supongo, para que los niños que vean la película se rían. Es de suponer que el director no consideró a los niños de hoy día lo suficientemente inteligentes para entender la novela (que está escrita para niños, y yo de pequeño la entendí muy bien, y eso mucho antes de ver Bola de Dragón y los Caballeros del Zodíaco).

Momo

Otro defecto es la idiotización de los Hombres Grises (de los malos, vamos) que son patanes que continuamente se entrechocan entre ellos, sueltan chistes malos, y se van alejando más y más con cada aparición de los aterradores personajes que son en la novela.

Por último, uno de los cambios de la trama más importante es la conversión de Gigi Cicerone, personaje importante que rondará los 20 años en la novela, y que está enamorado de la pequeña Momo (y ése es uno de los mensajes del libro, que el amor no tiene barreras), en un chico de 10 u 11 años (edad que puede tener Momo), lo cual ya no asustará a los bienpensantes.

La película tiene momentos buenos, y momentos horribles. Cuando es fiel al libro la historia se deja ver bastante bien, pero en cuanto empieza a intentar hacer gracia, comienza a decaer. Aparte, la banda sonora no ayuda mucho: da una imagen muy Disney (canciones cantadas con ritmo facilón y dulce). Pero es que Enzo D´Alò no es Disney, y no va a conseguir superar a la Disney con una historia que no posee ninguno de sus aciertos pero sí buena parte de sus errores.

Por muchas ganas que tenía de que la película me gustara, al final me desilusionó bastante. Así que recomendaría a quien quiera descubrir la maravillosa historia de Momo que se limitase a leer el libro.

José Joaquín Rodríguez

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