Año: 1978
Dirección: Ralph Bakshi
Guión: Peter S. Beagle y Chris Conkling
Producida por: Saul Zaentz
Música original: Leonard Rosenman
Reparto: Frodo - Christopher Guard Gandalf - William Squire Sam - Michael Scholes Aragorn (voz) - John Hurt Meriadoc - Simon Chandler Pippin (voz) - Dominic Guard Bilbo - Norman Bird Boromir - Michael Graham Cox Legolas - Anthony Daniels Gimli - David Buck Gollum - Peter Woodthorpe Saruman - Fraser Kerr Rey Théoden - Phillip Stone Lengua de Serpiente - Michael Deacon Elrond - Andréé Morell Cebadilla Mantecona - Alan Tilvern Galadriel - Annette Crosbie Bárbol - John Westbrook
Había intentado leerme El Señor de los Anillos un millar de veces, pero nunca pude pasar del primer capítulo. Me encantaban los libros de fantasía y jugar al rol, pero Tolkien me parecía bastante aburrido y soso. Yo esperaba leer el más increible relato de fantasía y aventuras jamás escrito, y en lugar de eso me encontraba con hobbits glotones y fiestas de cumpleaños que se alargaban durante decenas de páginas.
El fin de año de 1999, en la segunda cadena de la televisión andaluza, a alguien se le ocurrió regalarnos antes de las uvas la película de animación de El Señor de los Anillos de Bakshi.Aunque empecé a verla sin muchas ganas, según iba avanzando la película mi asombro iba en aumento: los jinetes negros, la ayuda del misterioso montaraz Trancos, los peligrosos túneles de Moria y las maravillas del bosque de Lorien... a cada escena de película sabía que me estaba perdiendo algo. El mismo día 1 de enero, resacoso y medio constipado, empecé a leerme la novela de Tolkien.
Por desgracia, después de haber visto el film de Peter Jackson, la obra de Bakshi nos puede parecer muy tonta y muy inferior. Pero realmente, aunque pasase sin pena ni gloria en su momento, ésta es una película excepcional, que a muchos nos despertó la curiosidad por la obra de Tolkien, y por saber más sobre aquel mundo y aquellos personajes increíbles.
Todo comenzó a principios de los 70. El director John Boorman (con películas como El exorcista II o El sastre de Panamá entre muchas otras) tenía ya cierto renombre y estaba muy interesado en hacer la trilogía de Tolkien en una sola película de imagen real. Disney y Tri-Star estuvieron interesadas, pero el dueño de los derechos, el productor Saul Zaentz (Alguien voló sobre el nido del cuco, Amadeus, o El paciente inglés entre otras), pedía más de un millón de dólares por cederlos, y la cosa no llegó a buen puerto. Luego Boorman se volcaría sobre un proyecto igual de épico y con unas complicaciones técnicas similares a las de El Señor de los Anillos: me refiero a la película de culto Excalibur (1981).
Ya a finales de los 70, Zaentz produciría la versión animada de Bakshi. Ralph Bakshi es un personaje curioso. En general se le considera un adelantado a su época por el cine que hacía y las técnicas que usaba. Sin duda fue uno de los primeros que concibió la animación para adultos, décadas antes de que The Simpsons o la animación japonesa comenzaran a derribar tabúes y a levantar protestas entre las asociaciones de padres católicos. Por contra, la técnica de la rotoscopia (que consistía en filmar los movimientos de personas reales y luego dibujar encima, permitiendo un gran realismo de movimientos), que utilizaría hasta la saciedad, no fue un invento ni suyo ni novedoso (la técnica fue patentada en 1919, Disney lo utilizaba ya en Blancanieves de 1937, y en la película española ¡Dame un poco más de amor...! de 1968, que era un músical de Los Bravos, también se utilizaba esta técnica).
Su versión de la novela es curiosa. Si vemos La Comunidad del Anillo, de Peter Jackson, podemos ver una aproximación similar en muchas escenas. Por ejemplo, Jackson y Bakshi comienzan su película con un resúmen de la forja de los anillos; en ambas películas se nos muestran a los siete señores enanos, a los tres reyes elfos y a los nueve humanos de manera casi idéntica (la diferencia principal es que Bakshi se extiende contandonos cómo Gollum consiguió el Anillo, mientras que Jackson obvía esa parte para mostrarnos la colosal batalla en la que Sauron lo pierde). De la misma forma, ambos directores se saltan la parte con Tom Bombadil, que por muy bella que sea, realmente aporta muy poco al libro, y no aportaría nada a la película. O también: tanto Bakshi como Jackson toman la victoria del
Abismo de Helm como punto y final para sus películas (aunque en el caso de Jackson sí habrá una continuación). Eso sí, mientras que a Bakshi le quedan cabos sueltos, Jackson se permite el lujo de acabar con la reflexión final de Sam, y la vuelta hacia Moria. En general,, la película de Bakshi sale perdiendo si se la compara con la nueva versión, ya que los medios y las técnicas han sido muy superiores en este ultimo intento.
La película es bastante irregular, todo hay que decirlo. Algunas partes son increiblemente cortas, meras anécdotas; otras, por contra, se hacen tan largas que llegan a ser pesadas y aburridas. La fiesta y la despedida de Bilbo, la partida de Frodo o la estancia en la casa de Elrond son escenas breves, de apenas unos tres o cuatro minutos a lo sumo. Otras, como el viaje hacia Bree, o la persecución de Frodo por los jinetes negros (por cierto, en esta película Glorfindel tampoco salva a Frodo... qué manía le han cogido los cineastas a este personaje) se hacen muy lentas y pesadas.
Por otro lado, hay escenas que están "clavadas". El diálogo entre Frodo y Gandalf al descubrir lo que es el Anillo está muy bien llevado, y Bakshi añade un paseo por los jardines de Bolsón Cerrado para ir moviendo a los personajes y cambiando los fondos. Moria es otra de las mejores partes de la película: su oscuridad, el agobio de los pasillos, la sensación de acorralamiento... Fue una de las partes de la película que más me impactó. Lorien posee una belleza casi espectral, y aunque es una escena muy breve, el espejo de Galadriel es realmente sublime. La muerte de Boromir, la persecución de los Uruks y la batalla del Abismo de Helm (rodada en el Castillo de Belmonte, en Cuenca) son fantásticas, aunque la técnica de la rotoscopia impedía que tantos secundarios pudieran ser "dibujados", lo que obligó a que el resultado final fuese bastante feo, dando la impresión de que estamos contemplando fotogramas coloreados (seguramente la falta de dinero no ayudó).
Bakshi iba a dirigir dos películas que contendrían la novela. La primera comenzaba con Bilbo Bolsón y su fiesta de cumpleaños, y finaliza con la derrota de las fuerzas de Saruman. La segunda incluiría todo el periplo de Frodo y Sam junto a Gollum por Moria, y la defensa de Gondor frente a las huestes del Señor Oscuro. Pero la falta de presupuesto impidió que hubiese continuación de mano de Bakshi, lo que condujo a que la película acabara con un happy end que se resumía con las palabras: "Y así las Fuerzas de la Oscuridad fueron expulsadas para siempre de la faz de la Tierra", y nos dejaba colgados sin saber que pasaba con Frodo y su viaje hacia el Monte del Destino, ni sabíamos cómo terminaba el encuentro de Bárbol y los hobbits.
(Un inciso: Hay una pelicula llamada El retorno del Rey, emitida en mayo de 1980 por la ABC, de la mano de quienes unos años antes hicieran El hobbit 1977-: Arthur Rankin y Juless Bass. Por desgracia no he visto estas dos películas y no puedo opinar sobre ellas.)
Otro tema serían los personajes tal y como los mostró Bakshi, ya que son bastante interesantes. Personajes como Aragorn y Gimli tienen un toque de peligrosos y maduros en años. Otros, como Légolas (misteriosamente vestido siempre de blanco) o Galadriel son bellos y perfectos, lo que uno imagina que es un elfo. Gandalf, Saruman, Théoden o el propio Gollum también son muy similares a lo que uno podría imaginarse al leer el libro.
Pero hubo también pifiazos enormes. Boromir parecía un bárbaro vikingo (con su casco de cuernos y todo). Elrond parecía haber salido de una película de romanos. Eowyn aparecía poco, y se obviaba su interés por Aragorn. Arwen ni siquiera aparecía (parece que Bakshi optó por olvidarse de las historias de amor para su versión). Los orcos eran poco menos que sombras con ojos rojos y colmillos, bastante diferentes a como uno se los imaginaba al leer el libro. Aunque lo peor de todo fue el Balrog: parecía un gigante con alas de mariposa. Además, en un error bastante gordo, el Balrog es capaz de volar... así que no entiendo cómo puede caer con Gandalf hacia el corazón de Moria, si momentos antes volaba la mar de feliz.
Como podéis ver, la película tuvo sus errores... ¡pero es que nunca antes se había hecho nada parecido! No obstante, sus aciertos fueron de tal calibre que permiten obviar sus fallos. Peter Jackson hizo más que un ejercicio de nostalgia al tomar como base para algunas escenas esta versión de Bakshi: rescató momentos realmente geniales de la historia del cine de animación.
Cuando Minotauro publicó hacia 1978 El Señor de los Anillos por primera vez en nuestro país, tuvo la gran suerte de contar al año siguiente con el estreno de esta película para despertar la curiosidad de muchos aficionados a la fantasía.Y, al menos en parte, así es como dio inicio en nuestro país esta locura...
José Joaquín Rodríguez
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