Nacionalidad: EE.UU.
Director: Steven Spielberg
Actores: Leonardo DiCaprio (Frank Abagnale Jr.), Tom Hanks (Carl Hanratty ), Christopher Walken (Frank Abagnale Sr.), Martin Sheen (Roger Strong), Nathalie Baye (Paula Abagnale), Amy Adams (Brenda Strong), Jennifer Garner (Cheryl Ann)
Productor: Walter F. Parkes, Steven Spielberg
Guión: Stan Redding adaptando el libro de Frank Abagnale Jr.
Fotografía: Janusz Kaminski
Música: Monty Norman, John Williams
Duración: 140 minutos
Antes de que se pudieran retocar las notas del instituto con un escáner, antes de que se pudiera ser cualquier persona con solo decirlo en internet, Frank Abagnale Jr. trabajó como médico, abogado y copiloto de la Panamerica, todo ello sin haber cumplido los dieciocho años.
Con sólo su talento, y mucha imaginación, logró falsificar credenciales, títulos universitarios y estafar cerca de 5 millones de dólares (de 1960) con cheques falsos. Todo un maestro del engaño, destinado a convertirse en el truhán más carismático de los Estados Unidos, y en el protagonista de la última película de Spielberg.
Spielberg nos deleita con esta película que, quizá por aquello de estar basada en un historia real, es una mezcla de comedia y drama, de aventura y romance, de tragedia y triunfo, como la propia vida resulta ser. Y es que la película está llevada con increible maestría desde su mismo comienzo, cuando nuestras espectativas quedan superadas. No nos van a contar la historia desde el principio, ni mucho menos. La historia se nos presenta con un Frank Abagnale Jr. arrestado y el agente del FBI Carl Hanratty triunfal tras el arresto que tanto le ha costado. A partir de ahí, y por medio del flashback, iremos conociendo la vida del joven Frank, y poco a poco también la de su némesis.
Destaca que la película desde el principio tiene un planteamiento bastante maduro. No hay buenos ni malos. O mejor dicho, sí hay buenos: todos los personajes son buenos, porque Spielberg logra que acabemos simpatizando con todos y cada uno de ellos. Acabamos comprendiendo perfectamente porqué Frank hace lo que hace, aprenderemos a respetar al torpe agente Hanratty, compadeceremos al padre de Frank y el acoso y derribo que el gobierno le va a procurar...
Nada sobra en esta historia. Las escenas enlazan unas con otras con perfecta naturalidad, y el espectador se queda sorprendido al ver "el más difícil todavía": ¿cómo va a conseguir hacerse pasar por médico, y por abogado? Incluso las escenas más tontas, como ver a nuestro intrépido agente del FBI haciendo la colada, o a Frank descubriendo que su ligue de esa noche es una prostituta de lujo, nos dicen mucho sobre cómo son ambos personajes.
Pero no nos engañemos, la película quedaría coja de no ser por la perfecta caracterización de Di Caprio (que hace aquí su mejor papel hasta la fecha, y con diferencia) y de Tom Hanks (que simplemente está perfecto), e incluso de un Christopher Walken y una Amy Adams (a quien solo recuerdo haber visto anteriormente haciendo de extra en Buffy Cazavampiros) que dan lo mejor de sí mismos, consiguiendo que sus personajes lleguen a interesarnos casi tanto como los protagonistas.
Aunque, sinceramente, a uno apenas le queda tiempo para prestarle atención a la trama y a os personajes, pues la excelente fotografía de la película nos tiene realmente hipnotizados desde los primeros minutos hasta el final. A veces uno realmente cree estar viendo una serie de estampas de los años 60.
Y es que no sabría deciros qué es lo mejor de la película, porque todo es sobresaliente. Es una película que se disfruta de principio a fin, sobre todo con el final, que está muy bien llevado, y a mi me dejó a cuadritos... Creedme, es lo que menos os podéis esperar (no, ni lo intentéis, la realidad superó a la ficción).
José Joaquín Rodríguez
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