Año: 2002
Productora: Dark Castle Entertainment
Duración: 91 minutos
Director: Steve Beck
Guión: Mark Hanlon y John Pogue
Editada Roger Barton
Intérpretes: Gabriel Byrne (Capt. Murphy), Julianna Margulies (Maureen Epps), Ron Eldard (Dodge), Desmond Harrington (Jack Ferriman), Isaiah Washington (Greer), Alex Dimitriades (Santos), Karl Urban (Munder), Emily Browning (Katie Hargrove)
Basándome en lo que se había visto en el trailer (tiros, fantasmas, gritos y persecuciones por oscuros túneles de barco), se podía esperar cualquier cosa de esta cinta, desde un refrito de Alien con Horizonte final, a un Deep Rising cambiando monstruo por fantasmas, pero no. Finalmente y pese a un principio esperanzador que hizo enmudecer de terror a una sala de cine llena de quinceañeros gritones, la cosa no pasa de ser una mala copia descafeinada de El resplandor (versión de Kubrick).
El argumento empieza muy en la línea de Armageddon, un grupo de rudos marinos rescatadores de chatarra marina, descreídos de todo, y ansiosos por llegar a puerto y cobrar sus sustanciosos cheques, se ven tentados por la oferta de un joven misterioso que ha descubierto un buque aparentemente abandonado y les ofrece ir en grupo a buscarlo y repartirse las ganancias que ello pueda generar, que son muchas.
Una vez aceptado el trabajo, y habiendo localizado el barco, que resulta ser un crucero de lujo vacío de tripulación y pasajeros, desaparecido misteriosamente en los años 60, se disponen a realizar unos arreglos en el casco para tratar de arrastrarlo a puerto. Pero durante la noche empiezan a notar que el barco esconde algún oscuro secreto, y a sospechar que tal vez no estén solos.
Es un clásico argumento mil veces repetido en la pantalla: grupo de personajes, cada uno de ellos con un marcado carácter (o al menos eso intentan los actores) atrapados en un lugar terrorífico y obligados a trabajar por separado para que una serie de sustos predecibles les hagan menguar en número hasta que al final, los supervivientes decidan huir del lugar lo más rápido posible.
Pero, tramas demasiado usadas a parte, esta película de Dark Castle, que en teoría es una productora dedicada al remake de obras clásicas del terror, sus dos primeras cintas así lo demostraban con menor o mayor acierto (The House of Haunted Hill y 13 fantasmas), se decide ahora por un producto totalmente nuevo, o al menos eso pretenden hacer creer, cuando en realidad nos brinda una revisión de las grandes secuencias de El resplandor injertadas en un barco sin ningún tipo de pudor.
Para cualquier extraño a la obra de Kubrick, esta Ghost Ship puede resultar hasta una buena película, pero no para el conocedor de aquélla, que ve insultada su inteligencia con secuencias totalmente calcadas, y como muestra un botón...
Un joven pasea por una sala de fiestas totalmente ruinosa y vacía, que de repente recupera su esplendor pasado, y se encuentra rodeado de fantasmas vestidos de época que le aplauden y vitorean, mientras de fondo una orquesta toca temas antiguos, y el se une a la fiesta totalmente hipnotizado por el suceso...
Una fantasma totalmente desnuda seduce a un miembro de la tripulación para después mostrar su verdadero rostro putrefacto mientras ríe cruelmente.
Uno de los protagonistas con problemas con la bebida, tras mantener una charla con el difunto capitán del siniestro buque, se emborracha con una botella "fantasma" que realmente no esta allí.
Durante una secuencia, una piscina se llena hasta los topes de sangre que se derrama hacia la cámara impidiendo ver nada...
Cada vez que la protagonista tuerce una esquina vigorosamente, allí, al final de pasillo hay una niña blancuzca y fantasmal mirándola...
Y un sinfín mas de símiles, parecidos y copias directas a la susodicha obra, que hacen que esta película pueda ser considerada como una versión marítima de aquélla.
Eso sí, tiene sus cinco minutos de gloria, que, lamentablemente, son los cinco primeros.
El resto, solo para curiosos de ver los "recursos prestados" que alguien sin ideas ha convertido en propios.
Iván Ledesma
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