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Terminator 3: La rebelión de las máquinasCine clásico y actual
Pantalla de Sueños

Terminator 3: La rebelión de las máquinas
Jonathan Mostow

Título original: Terminator 3: Rise of the Machines
Nacionalidad:
EE.UU.
Año: 2003
Director: Jonathan Mostow
Reparto: Arnold Schwarzenegger, Nick Stahl, Claire Danes, Kristanna Loken, Mark Famiglietti, Mark Hicks, Alana Curry, Timothy Dowling, Jerry Katell, Brian Sites
Guión: John D. Brancato y Michael Ferris
Productores: Mario Kassar, Andrew G. Vajna, Hal Lieberman, Joel B. Michaels, Colin Wilson (II)
Música Terminator: Marco Beltrami
F/X: Industrial Light & Magic

Terminator 3: La rebelión de las máquinas

Mis compañeros del colegio eran bastante inocentes para tener ya (por aquel entonces) 12 años, algunos incluso 13. Y es que en más de una ocasión los sorprendí discutiendo apasionadamente quién era mejor, si Schwarzenegger o Stallone. Había que ser muy inocente para creer que Stallone, anclado es sus películas de militares y boxeadores, podía hacer sombra al gran Arnold.

Terminator 3: La rebelión de las máquinas

A mis 12 años ya me habia tragado Terminator, Desafío Total y Depredador. Eran simplemente geniales, no había otro como él haciendo ciencia-ficción de tiros. Luego, cuando vi esa gozada visual que en su momento fue Terminator 2 (sólo Matrix logró ensombrecer al genial T-1000), El último gran héroe y Mentiras arriesgadas, me volví un auténtico incondicional. Y es que el bueno de Schwarzenegger ha tenido la suerte de participar en películas que cualquier aficionado a la ciencia-ficción consideraría imprescindibles.

Terminator 3: La rebelión de las máquinas

Pero aunque tengo que reconocer que la saga de Terminator es genial (Matrix copió la premisa de que las máquinas le declaraban la guerra al hombre y casi lo exterminan... de hecho, de no ser por Animatrix, cualquiera creería que Matrix es la continuación de Terminator), y a pesar de lo mucho que me gusta verme una película de Arnold todos los años (menos Daño colateral, que se me indigestó por patriotera), no tenía ningunas ganas de ver T-3. Y es que ya Terminator 2 aportaba muy poco a la historia: las máquinas intentan matar al joven Connor en el pasado para cambiar la historia (otra vez), y un pastón en efectos especiales para agradar la vista. Y yo ya me temía que esta película iba a ser algo parecido: las máquinas intentando matar otra vez al jodío niño (que manía con sobrevivir), un pastón en efectos especiales, y Schwarzenegger esquivando balas al estilo Matrix... Por suerte me equivoqué.

Terminator 3: La rebelión de las máquinas

Es cierto que la película no la dirige James Cameron, y eso se nota, claro, pero tampoco es que sea un handicap. La trama está bien planteada, y la historia aporta mucho a la saga de Terminator (tampoco digo nada, que no quiero desvelar sorpresas), lo cual es de agradecer. Que sea el propio Connor quien nos narre la historia al principio es un detalle que a mí me ha encantado. En parte coge ideas de la primera película (sobre todo las sorpresas que la historia nos da), y muchas escenas prestadas de la segunda. Así, las persecuciones, el Terminator malo en su forma de metal líquido, y las explosiones por doquier son entretenidas... aunque nos suenen a vistas y ya no sean tan efectivas como en la segunda película, claro.

Terminator 3: La rebelión de las máquinas

La historia no es tan tonta como me temía. Desde el futuro envian al Terminator malo (la Terminator en verdad, aunque estos bichos son como los ángeles: carentes de sexo) a matar a los lugartenientes de Connor, ya que el chico se ha vuelto un paranoico de cuidado y ha sabido esconder muy bien su rastro (es lo que pasa cuando intentan matarte desde antes de nacer). Por supuesto, Connor aparece, y emprende una carrera contra reloj para acabar con Skynet y evitar el fin del mundo tal y como lo conocemos. Además, la autoparodia aparece en algunas ocasiones, sobre todo a costa del pobre Schwarzenegger, aunque son más bien guiños al fan, por lo que la historia no pierde nunca el toque fatalista.

Terminator 3: La rebelión de las máquinas

Además, aparecen personajes nuevos, y según avance la película los efectos especiales y la espectacularidad van dejando paso a una historia llena de revelaciones sorprendentes, que llegan a su culmen en el justo punto y final de la película.

Si a eso le sumamos que los Terminators son minimalistas en su actuación (lo cual tiene mucho sentido: son máquinas, no dobles de Jim Carrey), y no saturan, pues nos queda una película muy amena con escenas bonitas, espectaculares, y que se deja ver sin mayores problemas. ¿Que podía haber estado mejor? Pues a lo mejor, pero lo que he visto me ha agradado bastante.

José Joaquín Rodríguez

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