En esta premiada novela, el autor se sirve de diversos géneros, el histórico, el de aventuras y el de terror, para presentarnos una interesante historia centrada en el vampirismo y con el río Mississippi de telón de fondo.
Si bien la mayor parte de los personajes son vampiros, el verdadero protagonista del libro es el Sueño del Fevre, un lujoso y espléndido barco de vapor que surca el Mississippi del año 1857 y que constituye el verdadero epicentro de la trama, al igual que lo era la casa en el relato de Poe "La caída de la casa Usher". En esta novela asistimos a la historia del barco, su construcción, su auge y su desgraciada destrucción, contada por su propio capitán, Abner Marsh, que ejerce de narrador de los acontecimientos al mismo tiempo que participa de ellos.
Así, lo que en un principio no parece ser más que una novela sobre las andanzas y peripecias mercantes del Mississippi del siglo XIX pronto se convierte en una aventura prodigiosa que lleva al lector en volandas hasta su conclusión. Aventura ésta que se irá mediatizando cada vez más por lo siniestro y lo terrorífico, a medida que los vampiros vayan apareciendo en escena y acaben por convertirse en los verdaderos artífices de la trama. Carreras de vapores por el Alto y Bajo Mississippi, luchas de poder entre diferentes vampiros, persecuciones en las que el cazador y la presa acaban por intercambiar sus respectivos papeles, personajes carismáticos pero ambiguamente malvados... Todo ello se conjuga con una muy apetecible época histórica para conformar lo que es sin duda un gran relato, una trepidante aventura.
A pesar de haber sido escrita en 1982, por su temática y ambientación histórica resulta inevitable comparar Sueño del Fevre con otras novelas posteriores que han inundado y siguen inundando el mercado. Me refiero al reciente fenómeno de las franquicias de conocidos juegos de rol o al bestsellerismo pasteloso de Anne Rice y sus Crónicas vampíricas. Sin profundizar demasiado en ello, baste decir que George R.R. Martin es un autor muy capaz y con muchísimo oficio, que huye de las continuas esquematizaciones y los llorosos culebrones por los que se caracterizan los libros arriba mencionados. Y todo ello queda patente en esta novela, en la que el autor nos muestra sus virtudes: personajes ricos y desarrollados, gran frescura de ideas y estilo, sutiles pero identificables referencias al género y a la literatura, y sobre todo, mucha diversión.
El mundo de la literatura está lleno de curiosidades y con este autor en concreto se nos presenta una de ellas. Pese a lo poco que se ha publicado de George R.R. Martin en España, posee dos novelas que son consideradas por muchos como verdaderos "libros de culto": me refiero, claro está, al presente libro y al también estupendo Muerte de la luz. Y lo son tanto por meritos propios como por lo extremadamente difícil que resulta hacerse con ellos hoy en día.
Una novela a recuperar, en suma, y un autor a revindicar.
Miguel Ángel López
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