[ portada ] [ reseñas ] [ opinión ] [ artículos ] [ editorial ] [ nosotros ]
Mientras escribo
Mientras escribo
Stephen King
Título original: On Writing
Trad. Jofre Homedes Beutnagel
Plaza y Janés, 2001

Compra este libro en
loslibros.com

Tengo que admitirlo. Compro inmediatamente y leo con fruición cualquier cosa que publique Stephen King. Cualquier cosa. En cierta ocasión, algunos críticos se quejaban de que incluso la lista de la compra del señor King podría venderse como churros, siempre y cuando se publicase en un voluminoso tochazo y con su nombre en grandes letras sanguinolientas en la portada. En respuesta, Mr. King publicó una serie de libros bajo el pseudónimo de Richard Bachman que, cosa curiosa, se vendieron casi igual de bien. El nombre tira... pero no tanto.

Sin embargo, este libro es sólo para incondicionales. Porque no es una novela: es un ensayo. Antes de que nadie se me asuste, tranquilos, es un ensayo muy ligerito. King nunca ha sido, ni pretendido ser, un autor para una élite intelectual.

El libro está dividido en dos partes: la primera, la más corta, es una autobiografía. Tampoco es una autobiografía al uso, ya que es demasiado corta, fragmentaria y dispersa como para considerarla tal cosa. Y creo no equivocarme si afirmo que también es demasiado sincera como para ser una autobiografía. King estructura este resumen de su vida básicamente en infancia, instituto y los duros comienzos de todo escritor joven. Y nos lo muestra todo enlazando anécdotas, recuerdos fragmentarios y huidizos de infancia, adolescencia y primera madurez. Su amor por el cine de terror de serie B, cómo empezó a escribir en el colegio (y empezó a ganarse la enemistad de la más dura crítica ya desde entonces), como conoció a su mujer Tabitha y como consiguió que Carrie fuera su primer éxito. Luego la autobiografía sigue con los tiempos ya más exitosos y desahogados de King, pero éste no nos cuenta nada bueno de esa parte de su vida: al parecer, escribió al menos Cujo, Tommyknockers y Misery bajo la influencia del alcohol y las drogas. King nos resume brevemente esa etapa, centrándose en la ayuda recibida de su mujer e hijos para salir del pozo y; algo que considero bastante importante y sincero, quitando mito a la cuasi-mística relación creador-droga. Cito: "Los escritores que se enganchan a determinadas sustancias no se diferencian en nada de los demás adictos; son, en otras palabras, drogatas y borrachos vulgaris". Por último, el libro nos cuenta el atropello que sufrió en verano de 1999, cómo estuvo a punto de morir; y cómo de nuevo su familia y su pasión por contar historias le salvaron la vida y lo pusieron de nuevo en circulación.

Y mezclado, aparentemente sin orden ni concierto con los capítulos de autobiografía está el ensayo. Y este ensayo, como toda su obra, es una muestra de amor: amor a la escritura, amor a los libros, al lenguaje y a las historias. King nos compara el arte de contar historias con la carpintería, en el sentido en el que un escritor, al igual que un carpintero, debe tener una buena caja de herramientas. Y las herramientas del escritor son la lectura, el lenguaje, la atención a su entorno, la imaginación y el tesón. Ya puestos a comparar, King compara la escritura con la paleontología: contar una buena historia es descubrirla, desenterrarla; pedazo a pedazo, como un fósil. Nunca se debe hacer uno un resumen por adelantado de la historia que quiere contar. Debe tenerse una idea general del fósil que vamos a desenterrar de acuerdo al primer hueso (la primera idea) que encontramos, de acuerdo. Pero darle un aspecto determinado antes de desenterrarlo equivale a coartarlo, a forzarlo a encajar en nuestra primera visualización, que puede no ser la correcta.

Lo que acabo de contaros es sólo la idea que más me ha impactado de un libro repleto de ellas. Quedan muchas y el espacio del que dispongo es limitado, y creo haberlo rebasado ya. Sólo una última cosa.

Antes he dicho que éste es un libro para incondicionales. Y lo es. Pero no es un libro para incondicionales de Stephen King, es un libro para incondicionales de la lectura. De las historias.

Carlos Manuel Pérez

[ portada ] [ reseñas ] [ opinión ] [ artículos ] [ editorial ] [ nosotros ]