[ portada ] [ reseñas ] [ opinión ] [ artículos ] [ editorial ] [ nosotros ]
Los Chasch (El planeta de la aventura, 1)
Los Chasch (El planeta
de la aventura, 1)

Jack Vance
Título original: City of the Chasch (Planet of Adventure, 1)
Trad. Domingo Santos
Col. Ciencia Ficción nº 25
Ultramar Editores, 1987

Visitar el planeta Tschai supone, además de encontrarse con ese lugar de aventura que el propio título indica, reencontrarse con el sentido de la maravilla de la mejor ciencia-ficción. El punto de partida: la nave terrestre Explorador IV alcanza un planeta inexplorado siguiendo una emisión de radio desconocida emitida hace doscientos años, y envía dos exploradores a sus superficie.

El planeta Tschai resulta estar habitado por diferentes y misteriosas razas: los Chasch (divididos en Verdes, Azules y Antiguos), los Pnume, los Dirdir, los Whakh... y, extrañamente, humanos. Sólo que estos últimos están sometidos a las cuatro razas anteriores, sea bajo la fórmula de híbridos esclavizados o la de hombres precariamente libres y temerosos de esas cuatro razas alienígenas.

Pero el protagonista, un explorador de múltiples recursos, no está dispuesto a aceptar la situación. Como dice a sus hermanos en uno de esos inolvidables momentos con que cuenta todo buen libro: ¡Somos hombres! ¡No lo olvidéis nunca! De este modo, durante su viaje tomará contacto con algunos de estos hombres esclavos, así como con tribus nómadas, órdenes religiosas y fanáticas, caravanas comerciales... y, en este libro, con una de las cuatro razas que dominan Tschai: los Chasch.

Es éste uno de esos libros en los que suceden cosas, y muchas, en un planeta tan seductor como peligroso plagado de contrastes, con carros arcaicos tirados por bestias, gentes armadas con espadas y ballestas, pero también con pistolas láser, rifles lanzaarena o aerodeslizadores. Aunque no es la acción trepidante el único motor del libro. Los alienígenas son exóticos y extraños, incomprensibles aun para los humanos del propio Tschai, pero enormemente coherentes y bien trazados. Los personajes están vivos; son hijos de su mundo que reaccionan ante éste y evolucionan con la llegada de ese extranjero tan extraño para ellos... y todo esto sucede en el que no es más que el primero de cuatro libros.

Una lectura deliciosa y recomendable, sin duda, plena de aventuras y épica. Porque, pese a que su portada pueda llevarnos a pensar que se trata de un libro de género fantástico, se trata de ciencia-ficción de la buena, rebosante de ideas y de ese sentido de la maravilla que tanto nos ha hechizado desde siempre a los lectores del género. Un verdadero motivo de reflexión ante algunos escritores contemporáneos que nos martirizan con ladrillos de quinientas páginas que giran en torno a única idea.

Como última observación, querría recomendaros que no leáis el texto de contraportada hasta haber llegado al menos a la página 25: en ocasiones se revelan hechos y puntos de giro fundamentales que el lector agradecerá descubrir por sí mismo. El derecho a la sorpresa, podría llamarse, y dicho texto es uno de esos lamentables casos en que parece negarse este derecho.

Óscar Cuevas Vera

[ portada ] [ reseñas ] [ opinión ] [ artículos ] [ editorial ] [ nosotros ]