Presentamos aquíuna colección de ensayos divulgativos que nacen de la colaboración entre la editorial Celeste y Radio 3. Tras una primera entrega llamada El ordenador loco. Teoría y práctica para sobrevivir, o casi, a la informática, del autor Manuel Ballestero, nos llega La Gran Conspiración.
El autor de este libro, Gregorio Parra, es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, habiendo ampliado su formación académica con diversos cursos de postgrado relacionados con el estudio de la estética y el cine. Asimismo, Parra es el máximo responsable del espacio radiofónico Videodrome de Radio 3, en el que, con una estructura documental, "se refleja el poder de la imagen en la sociedad postmoderna".
La Gran Conspiración es, para empezar, una empresa arriesgada: no se trata de un análisis cinematográfico al uso. El autor trata de analizar cómo el cine postmoderno (esto es, el cine que emerge en los 70, desde Coppola hasta los hermanos Wachowski, pasando por Polanski, Cronenberg, Cimino o Pakula) no sólo refleja sus coyunturas, sino que vaticina movimientos políticos y sociales.
No faltarán aficionados que echen en cara la omisión de tal o cual película. Claro está; cuanto más abstracta es la propuesta, menos concreción se logra. Con todo, el autor sabe apoyar sus hipótesis en un doble anclaje, que comprende desde las propuestas de filósofos, humanistas y sociólogos hasta las que nos ofrecen los propios cineastas.
Insistimos de nuevo: no es éste un libro de cine "al uso". No analiza las películas de la forma a la que estamos acostumbrados; se sumerge en digresiones en torno a las implicaciones ideológicas de éstas, pero sin perder el punto de vista estético/narrativo, el cual, a su vez, también nos da las claves del mainstream de una época. En definitiva, el lector atento podrá conocer el andamiaje de nuestros tiempos y, de la mano de Parra, leer la letra pequeña de la noticia.
El libro se divide en dos apartados: "Frente al espejo" y "Más allá del espejo". El primero narra cómo en los 70 abundan cineastas que recurren al historicismo y la nostalgia frente a los modos tradicionales del séptimo arte. Así, pongamos un caso, Coppola en El padrino brinda toda suerte de homenajes al cine gangsteril de los 30 y 40, pero aportando una dimensión de alta tragedia a las andanzas de los Corleone. O, en otro sentido, westerns crepusculares como los nacidos de la colaboración entre Sergio Leone y Clint Eastwood parecen sugerirnos de forma visionaria una vuelta al orden que culminaría con la derechización experimentada en los 80 de manos del tándem Thatcher/Reagan.
"Más allá del espejo" resulta más radical en sus propuestas. En un entorno cada vez más impersonal, en el que los lazos que nos unen son progresivamente más abstractos, en una época en que las ideologías son coto privado para nostálgicos o militantes, donde el poder lo ostentan multinacionales, surge el miedo a La Gran Conspiración.
Así, desde los 80 abundan tramas conspirativas (por emplear la nomenclatura del autor), en las que tratamos (tratan) de convencernos de nuestra intrínseca esencia humana en un mundo simulado en el que las reglas del juego las acuña un director de casting que no se ha molestado en presentarse. ¿Ejemplos? Videodrome, claro, Desafío total, Abre los ojos... En palabras del autor, "La Gran Conspiración. El poder, en última instancia, no es político sino económico. No está realmente en manos de políticos democráticamente elegidos, sino en manos de los que pueden poner y quitar a esos políticos. Todos los ejemplos anteriores, fueran reales o ficticios, argumentan que la Gran Conspiración existe y... ¿es real?"
David G. Panadero
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