Las Puertas de la Muerte han sido abiertas y los cuatro mundos que crearon los sartán han quedado comunicados. Por fin el Señor del Nexo puede empezar a desarrollar sus planes para adueñarse de ellos y, por eso, manda a Haplo con Bane de regreso a Ariano para que ponga en marcha la Tumpa-chumpa, la máquina maravillosa para la que trabajan los enanos (ahora llamarlos gegs es un insulto) del mundo del aire. Pero las serpientes dragón que habitaban en Chelestra se han extendido por todos los mundos, tomando la apariencia que les place en cada momento (ya sea elfos, humanos, enanos o, incluso, patryn), con en único propósito de sembrar el caos y el odio para alimentarse de ellos.
Ésta es la última oportunidad que Xar le da a su siervo Haplo para que le demuestre su lealtad mientras él viaja a Abarrach para aprender el arte de la nigromancia. La maquiavélica mente del pequeño Bane urde un plan para deshacerse del patryn y hacerse con el control del Reino Medio, pero las cosas comenzaran a torcerse y el tiro le saldrá por la culata. La reaparición de Hugh La Mano (el asesino contratado por el rey Stephen para matar a Bane en Ala de dragón) es una resurrección en toda regla realizada por medio de las artes nigrománticas de Alfred, paradójicamente, el sartán que había jurado que jamás utilizaría esa magia descubierta por su pueblo. Iridal, la misteriarca madre de Bane, acude al asesino para que le ayude a rescatar a su hijo, quien supuestamente ha sido hecho prisionero por los elfos de Aristagón. En la reaparición de mago Zifnab al principio del libro se nos confirma si es o no un sartán, así como si Haplo tiene o no un hijo.
El propósito que tenían los sartán cuando dividieron el Universo en cuatro mundos se va desentrañando cada vez más. Y, precisamente, el propósito de la Tumpa-chumpa no era solamente el de alinear los continentes flotantes de Ariano, sino también coordinar el funcionamiento e intercambio de materiales entre los otros tres mundos. Así, Pryan enviaría energía a Abarrach. El mundo de la piedra proporcionaría rocas y minerales a Chelestra. El mundo del agua mandaría compuestos químicos a Pryan y el mundo del aire proporcionaría productos manufacturados a todos ellos. Pero el plan de interdependencia que tenían los sartán falló antes de tiempo y la Tumpa-chumpa no llegó a desempeñar correctamente su verdadero propósito. Éste y el misterio de su funcionamiento están desentrañados en el apéndice tercero, a través de los fragmentos de un discurso pronunciado por Limbeck Aprietatuercas, el enano revolucionario de Ariano.
El Hugh que se nos presenta aquí dista mucho del hombre frío e impertérrito que veíamos en Ala de dragón. Tras haber sido devuelto a la vida por medio de la nigromancia, se encuentra caminando entre el mundo de los vivos y el de los muertos sin llegar a pertenecer a ninguno de ellos, y eso le atormenta. Llega a venderles su alma a los elfos kenkari para que les ayuden a rescatar a Bane, pero para que la acepten tiene que cumplir un contrato más...
Por otra parte, Haplo se encuentra confundido y comienza a dudar de todo en lo que antes creía ciegamente, poniendo en duda la lealtad hacia el Señor del Nexo con sus actos.
En Ariano la paz está casi lograda; elfos, enanos y humanos han firmado un pacto y todas las facciones han acordado ayuda mutua. A los habitantes del mundo del aire ya no les hacen falta los dioses que no lo son.
Blanca Martínez
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