De los miles de españoles que lucharon en uno u otro bando durante la Segunda Guerra Mundial, probablemente sea Juan Pujol el que más influencia tuvo en el curso de los acontecimientos históricos. Durante más de cuatro años fue en apariencia el jefe de la mayor red de espionaje alemana que operaba desde Gran Bretaña, pero en realidad trabajaba para el MI5 como agente doble.
Pujol había desertado del ejército republicano en la Guerra Civil. Sus vivencias en la Cataluña de los primeros meses de la guerra y luego durante los horrores del primer franquismo le hicieron pensar que la única forma de volver a su anterior vida de pequeño comerciante acomodado era que Inglaterra ganase la guerra mundial, y no se le ocurrió mejor modo de ayudar a la causa británica que ofrecerse como agente secreto utilizando su aparente militancia franquista para contactar con los alemanes. Las circunstancias le concedieron luego la suerte poco común de poder cambiar la historia.
El presente libro no es el primero que se publica sobre la historia de Juan Pujol, aunque sí que es el primero que llega a nuestro país. Se trata del informe que Tomás Harris, el oficial del MI5 que dirigió el caso Garbo, redactó en 1945 con una pequeña introducción que resume los hechos y nos introduce en el marco histórico, y resulta curioso el hecho de que los responsables de la editorial Martínez Roca hayan mantenido un tipo de letra muy parecido al original mecanografiado hace sesenta años, lo que le da interior del volumen un aspecto cuanto menos extraño. En cualquier caso, el contenido resulta mucho más interesante que el continente. Podemos decir que estamos ante un manual de los métodos utilizados por el MI5 y el Abwehr en la segunda guerra mundial, con múltiples anexos en los que podemos encontrar desde los métodos de cifrado alemanes y sus técnicas de radio hasta un dossier completo de documentos del estado mayor nazi que demuestran el éxito de la red Garbo. Pero además, la narración de Harris es lo suficientemente ágil como para que pueda leerse como una novela de espías especialmente prolija aunque, eso sí, los únicos hechos novelescos que ocurren están en la imaginación de Pujol, que consiguió convencer a sus controladores nazis de que era poco menos que un James Bond secundado por decenas de agentes inexistentes sin moverse de las bastante más prosaicas oficinas del MI5 en Londres.
Para el amante de los libros de historias de la Historia es además una oportunidad para conocer cómo lograron los aliados convencer a Hitler mediante la red Garbo de la existencia de todo un grupo de ejércitos, el FUSAG (Primer Grupo de Ejércitos de los Estados Unidos), listo para invadir Francia por el paso de Calais mientras el ataque real tenía lugar en Normandía, sin duda uno de los episodios más conocidos de la Segunda Guerra Mundial, la llamada operación Fortaleza, plasmada en obras de ficción como La isla de las tormentas de Ken Follet. También es una muestra de cómo los aliados ganaron la guerra de los servicios de información prácticamente desde el principio, consiguiendo engañar completamente a los alemanes. Y resulta curioso que el principal responsable de ello, junto al equipo de Bletchley Park que descifró los códigos Enigma, fuese un español, que lo hizo tan bien que llegó a merecer una Cruz de Hierro alemana y ser nombrado miembro de la Orden del Imperio Británico.
José Antonio del Valle
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