Estados Unidos, la nueva Roma de nuestros días, no puede más que disparar nuestras pasiones y nuestros odios. Por más que critiquemos su imperialismo, su intervencionismo y la incultura de sus líderes, no podemos dejar de maravillarnos ante su cine y su literatura (y en particular el enorme desarrollo del género fantástico). Por más que odiemos su hegemonía, no podemos olvidar que una década antes de la Revolución francesa ya EE.UU. había creado un modelo de estado moderno, liberal y republicano.
Este libro de Jenkins intenta ser justamente eso, una historia sobre la evolución de los EE.UU., sobre sus infinitas contradicciones, sus éxitos y sus errores. Y para hacerlo, nada mejor que una visión crítica, amplia, realista y apolítica. Así que olvidaos de la idea de un libro de historia lleno de fechas y batallas, porque leyendo este libro lo mismo descubriréis cosas sobre la evolución del cine que sobre los escritores del siglo XIX y el XX, e incluso encontraréis referencias a Asimov y a P.K. Dick entre otros.
Y es que EE.UU. es eso, un rebujito de muchas cosas, un cajón de sastre en el que hay un poco de todo. Inmigrantes de Europa, Asia y África, una lucha entre la libertad y autoritarismo, entre el viejo sur rural y el moderno norte industrial. Y como en un libro es muy difícil que quepan tantas realidades, Jenkins deja a un lado guerras y batallas (la Segunda Guerra Mundial se despacha en una página) y se centra en el país, que no en sus políticos. Se centra en las gentes, rompiendo mitos y tópicos, sacando a relucir episodios bastante vergonzosos de la historia del país (la esclavitud, la paranoia comunista, la guerra de Vietnam), y procurando no generalizar nunca.
Además, el libro puede leerse de forma continuada, o usarse solamente para conocer una época o un aspecto determinado del país. Para ello contamos con un índice realmente detallado que nos permite saber cualquier detalle de EE.UU. en cuestión de minutos.
Puestos a buscarle puntos fuertes y puntos flacos, quizá la peor parte sea la de la América colonial. Un auténtico despropósito que intenta comparar los sistemas coloniales español e inglés, aunque ambos sistemas fueran diferentes en expansión, población y objetivos, rematado por una subjetiva valoración de Jenkins (considera el modelo colonial inglés el más perfecto jamás desarrollado). Por otro lado, la mejor parte del libro comienza tras la Segunda Guerra Mundial, donde podemos encontrar las claves de los EE.UU. actuales: el miedo al comunismo, las cazas de brujas, Vietnam, la guerra de las galaxias (la de Reagan, no la de Lucas)...
En definitiva, un libro imprescindible para entender cómo nació EE.UU., cómo se desarrolló, y cómo traicionó sus propios ideales hasta convertirse en la superpotencia que hoy es. Además, un libro capaz de abrirnos los ojos sobre las múltiples realidades de ese enorme país, y hacernos dejar de hablar de EE.UU. como si todo el país pensase y hablase con una misma voz. Muy recomendable.
José Joaquín Rodríguez
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