En
todas las ucronías que hemos ido analizando hasta ahora en esta columna se
contemplan una variedad de puntos Jumbar, los que producen la divergencia histórica,
que a veces parecen nimios y demasiado forzados para conseguir el efecto
amplificado que consiguen, valga la redundancia.
La novela que
revisamos hoy, Danza de tinieblas, sin embargo, parte de un detalle que
no es tan nimio ni tan "fugaz". El Imperio Español del siglo XVI es
una de las más importantes etapas de la historia de nuestro país. Eduardo
Vaquerizo, en una pequeña introducción, desliza, casi fortuitamente, un
detalle que removerá e impulsará hacia un destino diferente a España y sus
posesiones.
El personaje clave
para el cambio es Juan de Austria, Jeromín, hermano del Emperador Felipe II.
Juan de Austria fue hijo de Carlos I y de Bárbara Blomberg, una dama de la que
los historiadores discrepan en cuanto a su procedencia: ¿fue flamenca o
alemana? En cualquier caso, la importancia de Juan de Austria durante el reinado
de su hermano fue notable. Una vez que su padre, Carlos I, lo reconoció como
hijo, fue educado en la corte y en 1959 su hermano Felipe II le concede una
"Casa" propia y le otorga el Toisón de Oro. En 1568 es nombrado
general de los mares y obtiene una gran victoria al aplastar la revuelta morisca
de Granada. Ésta le proporcionó la posibilidad de comandar la flota de la Liga
Santa que triunfaría sobre la flota turca en la famosa batalla de Lepanto.
En la realidad, este
triunfo dio alas a las ambiciones de don Juan que, entre otras cosas, exigió a
su hermano el tratamiento de alteza y que se le concediera el título de Infante
de España. Felipe II, previendo problemas, lo nombró gobernador general de los
Países Bajos en 1576, alejándolo lo más posible de la corte española.
Este personaje
carismático es el encargado de remodelar la historia española en la novela que
estamos tratando, ya que en ese pasado alternativo Felipe II muere en 1571en un
accidente de caza. Su hermano se entera de la noticia justo después de terminar
la batalla de Lepanto y vuelve a España con la pretensión de suceder al
Emperador, lo que consigue después de varias victorias militares. Estos sucesos
dinásticos provocan que el Imperio Español se mantenga a lo largo de los
siglos.
En este Imperio
alternativo España conserva todos los territorios que poseía en el siglo XVI.
En la sociedad imperial, fuertemente cortesana, conviven moriscos, judíos y
cristianos. Es este Imperio el que lidera el enfrentamiento con el Papado
Romano, haciendo el papel de Inglaterra en nuestra historia, mientras que en países
como Alemania se ha implantado un catolicismo ultra-conservador .
El
steampunk es, desde mi punto de vista, una rama de la ucronía que resulta muy
interesante por lo trasgresora y "divertida" que resulta. Los
elementos constructivos que prefiguran el subgénero son las
"invenciones" o sistemas científicos que no se corresponden a la época
en la que se sitúa la acción. Esa inmersión de la tecnología en una sociedad
no preparada es el hecho narrativo que da frescura y dinamismo a los relatos, al
sentir el lector las incongruencias entre el avance puramente técnico y la
mentalidad, generalmente victoriana. Este subgénero casi no ha tenido vigencia
en la literatura fantástica española. Danza de tinieblas es claramente
steampunk, que encaja en este particular universo que Vaquerizo creara en el
relato "Negras Águilas", publicado hace unos años en la revista
Artifex.
La sociedad que no
muestra el autor no diverge excesivamente de la que conocimos a principios del
siglo XX. Los descubrimientos científicos son similares a los nuestros:
electricidad, automoción, telégrafo, armas de fuego avanzadas. Uno de los
avances significativos y diferenciadores es la "cábala" que no es
sino una sistema "primitivo" de computación. Con este sistema de
"ordenadores cabalísticos" las finanzas del Imperio, y otras
operaciones burocráticas, reciben tratamiento informatizado, lo que constituye
uno de los pilares que mantiene esta sociedad. Sin embargo, como hecho curioso,
no existen los caballos. Tendríamos que retomar el relato antes citado para
comprender que una pandemia de peste equina acabó con todos los caballos del
mundo. En lo tocante a la política, España lidera la Santa Liga de las
Comunidades de Reinos de las Columbias que comprende los territorios de ultramar
y a los que el Imperio "somete" a un control militar.
La historia esta
protagonizada por el "héroe", el cabo de alguaciles Joannes de
Salamanca, que investiga una serie de asesinatos brutales relacionados con la
Hacienda Imperial y con la cábala judía. Salamanca es un héroe de acción que
se nutre, en cierta medida, de los personajes de Pérez Reverte. Se verá acompañado
en su aventura por un inquisidor y por una hermosa judía, de nombre Rebeca, que
tiene mucho que ocultar. El escenario nos es próximo, pues el Madrid
alternativo, donde se sitúa la acción, es muy reconocible. Las intrigas
palaciegas, los personajes maquiavélicos, con las características que Dumas
imprimiera a sus intrigantes personajes, y las conjuras perpetradas por
sociedades secretas, hacen que el conjunto de la novela sea apetecible para
cualquier clase de lector: el que quiere contemplar la historia desde otro ángulo
y el aficionado a la fantasía más canónica.
Como buen escritor
de ciencia-ficción, Vaquerizo, huye de los contenidos mágicos consiguiendo
explicaciones plausibles, dentro de lo que cabe, de modo que todo queda
explicado y aclarado.
La novela ganó los premios Xatafi-Cyberdark e Ignotus a la
mejor novela española publicada en 2005.

Archivo de
¿Y si...?
|