Una película extraña, filmada en blanco y negro, ambientada en unos años 50 que son una pura gozada.
El hombre... es una historia en primera persona, un relato en una revista pulp tal vez, de un hombre mediocre con una vida mediocre que soporta con impasible monotonía la vida que le ha tocado vivir. Con frases sentenciosas, un humor negro que aveces te hace llorar de maldad y de risa, y con un centenar de guiños (desde los marcianos de Roswell a los tebeos de la época o las nuevas tecnologías: como el lavado en seco o la bomba atómica en manos de los rusos).
El personaje es más que un antihéroe y a la vez mucho menos, es una persona triste y gris (posiblemente por eso la película sea en blanco y negro: al estar él contando la historia, el gris es un reflejo de cómo ve las cosas). Su vida es casualidad, es deseo de escapar de su rutina y de una vida que odia. Se nota poco a poco que no es un tipo duro, que no es un Bogart en El halcón maltés, ni un hombre corriente abocado a protagonista, como el escritorzuelo que protagoniza El tercer hombre. Ni siquiera es un hombre frío, como quiere hacer creer. Solamente es una persona a la que nadie se ha preocupado en mostrar su afecto.
La historia es genial, aunque en los ultimos treinta minutos el final se hace ya muy evidente, por lo que el director/guionista opta por darle un giro de 180 grados a la historia en su último tramo. Desde luego es sorprendente, tanto el desarrollo como el final, aunque a partir de una escena en un conservatorio de música, la película deja el género del cine negro y se vuelve puro humor negro, puro surrealismo en ciertas escenas. Lo cierto es que sorprende hasta el final. Al menos conmigo lo ha conseguido.
Es algo nuevo que vale mucho la pena. Originalidad, un buen guión, y la recreación de una época y un estilo que ya estaban muy olvidados (y gastados). Y no puedo contar de que va la historia, es que realmente no puedo, porque sin la voz en off del protagonista, la historia no tiene ni gracia ni sentido. Es su forma de percibir la realidad, su forma cínica de enfrentarse al mundo, lo que hace que la película valga la pena.
Si este mes solo podeis ver una película, ved Spiderman, pero luego pasaos por el videoclub y alquilad El hombre que nunca estuvo allí.
José Joaquín Rodríguez
|